Hace algunos años se convirtió al Señor un hombre joven de Basingstoke. En su pasado perteneció a “Los ángeles del infierno”, esto obviamente le perturbaba después de haber nacido de nuevo. El se arrepintió y se bautizó en agua. Cuando ya había pasado por las aguas, lo primero de lo que se dio cuenta, después de haberse secado y vestido, fue que
el tatuaje en su brazo había desaparecido por completo. Dios se lo había quitado por completo en el bautismo”
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