domingo, 27 de febrero de 2011

SORPRENDENTE

 Había un hombre en Londres que quería ponerse en contacto con unos viejos amigos, una pareja. Dado que él no podía
encontrarlos, y al ser ignorante de las leyes de Dios se fue a una médium espiritista para que le ayudara. La médium se puso en contacto con espíritus que le dijeron que sus amigos no podían ser contactados desde una fecha en particular. El hombre no quedó satisfecho con la respuesta, así que viajó al lugar a la última dirección que conocía de ellos. Una persona amable recordaba a esta pareja y le encaminó a un ministro de la localidad que había estado en contacto con ellos. El hombre le explicó que había estado con una médium para que le ayudara a localizar a sus amigos. El ministro hizo dos cosas, primero le explicó el peligro de consultar con los médium y seguidamente le dijo que sus amigos estaban muy vivos. Entonces le preguntó la fecha en que la médium había dicho ser la última vez que sus amigos podían ser contactados. La fecha era exactamente el día en que el ministro los había bautizado en agua a esta pareja en particular. Parece ser que los espíritus habían perdido todos los informes desde ese día. Seria un grave error imaginar que estas señales u otras similares tienen que ser la norma a esperar en los creyente cuando pasan por las aguas del bautismo. La obra más efectiva del Espíritu Santo es hecha en los más profundos escondrijos de la personalidad.

TATUAJE REMOVIDO POR EL PODER DE DIOS

Hace algunos años se convirtió al Señor un hombre joven de Basingstoke. En su pasado perteneció a “Los ángeles del infierno”, esto obviamente le perturbaba después de haber nacido de nuevo. El se arrepintió y se bautizó en agua. Cuando ya había pasado por las aguas, lo primero de lo que se dio cuenta, después de haberse secado y vestido, fue que
el tatuaje en su brazo había desaparecido por completo. Dios se lo había quitado por completo en el bautismo”